Hay una vieja costumbre
Un pleonasmo diría yo
Que intenta ocultar lo
que sentimos
Es por ello...
que no dudamos
En disimular nuestros
ojos
Con gafas tan oscuras
Como la misma vanidad
EL alma se convierte en
Caracol
Refugiada en ese
lugar lleno de grietas
Esa zona innoble
A la que llaman inconsciente
lugar donde llegan
nuestros complejos y sus
justificaciones
atados a la mezquindad
sin temor a ser vistos
Dejando que esa concha
sucia hable de nosotros
Es por eso
Que al viajar por estos
laberintos subterráneos
No dejo de mirar esos
ojos
Reconozco almas
atrapadas en el tedio
Aunque en algunos casos
Se cuela por la ventana
un hilo de luz
Libre de riendas
He ahí la Humanidad
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