Esta
mañana
Al abrir la ventana
Descubrí un mundo hecho por mí
Descubrí las significantes pequeñas y muchas gotas de lluvia
El rocío sobre los cristales Quedé maravillado y descubrí que Dios existe.
Decidí salir
Con mis manos abiertas
Mis ojos
Mis labios sintieron esa caricia húmeda
Intima
Esa caricia invisible
Cargada de recuerdos
Sensoriales recuerdos
Mi infancia
Regresó en forma de tropel
Mis palmas abiertas
Saludan las nubes
Miré a quienes se escondían bajo el oscuro y mutilante paraguas.
Sin vida. Hongos tristes en la calle
de mis recuerdos. Sin vida
Vi gente correr
Personas perdidas en los laberintos
Seres que huyen de la lluvia con prisa
Su prisa... ajena a mi quietud, ajena a mi encanto
Contrastaba con el poema ante mis ojos.
Estoy maravillado
Miré a mí alrededor y entendí
Nuevos colores
Luchando entre los grises. Nuevos colores
Entre las frías calles. Nuevos colores. Bello caleidoscopio
Estoy maravillado
Dios existes...
No en los altares llenos de oro
Ni en el dogma que oprime la esperanza
Ni aferrado en cuencas o letanías
Esta ahí...
En las pequeñas cosas. Dios existe
Un hermoso poema. La vida está en las cosas pequeñas, porque ellas son las que nos acompañan siempre.
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