martes, 19 de marzo de 2013

Dios en las pequeñas cosas



Esta mañana
Al abrir la ventana 
Descubrí un mundo hecho por  mí
Descubrí las significantes pequeñas y muchas gotas de lluvia
El rocío sobre los cristales Quedé maravillado y descubrí que  Dios existe.

Decidí salir 
Con mis manos abiertas
Mis ojos 
Mis labios sintieron esa caricia húmeda
Intima
Esa caricia invisible
Cargada de recuerdos
Sensoriales recuerdos

Mi infancia 
Regresó en forma de tropel
Mis palmas abiertas 
Saludan las nubes 

Miré a quienes se escondían bajo el  oscuro y mutilante  paraguas.
 Sin vida. Hongos tristes en la calle de mis recuerdos. Sin vida  
Vi gente correr
Personas perdidas en los laberintos
Seres que huyen de la lluvia con prisa


Su prisa... ajena a mi quietud, ajena a mi encanto
Contrastaba con el poema ante mis ojos.

 Estoy maravillado

Miré a mí alrededor y entendí
Nuevos colores
Luchando entre los grises. Nuevos colores

Entre las frías calles. Nuevos colores. Bello caleidoscopio

Estoy maravillado

Dios existes...
No en los altares llenos de oro 
Ni en el dogma que oprime la esperanza
Ni aferrado en cuencas o letanías
Esta ahí...
En las pequeñas cosas. Dios existe

1 comentario:

  1. Un hermoso poema. La vida está en las cosas pequeñas, porque ellas son las que nos acompañan siempre.

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