Cultura, religión y sociedad
La eterna paradoja
Nuestra sociedad, cada vez mas invadida por los fenómenos externos y el
esnobismo ha cedido espacio en lo formativo y la conciencia,
entregándose de manera plena al sistema enagenante. Hoy es mas palpable
esta influencia, al observar las modas y el frenesí que se ha desatado
al rededor de las mancias y lo religioso. Numrerlogos, astrólogos,
tarotistas, representantes de la nueva era, evangélicos, santeros por
nombrar algunos se hacen visibles en nuestros medios de comunicación, al
grado de volverse algo cotidiano (fenómeno de naturalización) dejando
valores como la reflexión y el aprendizaje a un lado del camino. Estamos
sin lugar a dudas en una crisis de fe, al descubrirnos fragmentados por
la religión católica en su incapacidad de dar respuesta a los enigma
del nuevo individuo social, víctima a su vez de las corporaciones que lo
han llevado a ser un simple consumidor y utilizado por parte del
gobiernos que solo le dejan expresarse mediante el voto que sostiene el
sistema.
Hoy, ante la tendencia que nos empuja al abismo, existe la cultura como el canal expedito para lograr la emancipación definitiva del ser. Haciendo críticos y pensantes, a quienes por años duermen, adquiriendo el protagonismo cambiando su entorno; generando las condiciones que conecte a verdaderos cambios y por ende a una nueva sociedad.
No podemos desestimar los cambios sociales experimentados en Europa y Estados Unidos, las protestas contrarias a sus sistemas neoliberales, a sus políticas expancionistas como nunca antes en el siglo anterior, los ciudadanos muestran sus dientes ante un sistema opresor que ya ha dejado de funcionar pero que sigue vigente a pesar de sus evidentes fallas, olvidando lo mas importante: el factor humano.
En Venezuela se han iniciado cambios en lo cultural, pero podríamos decir que esos cambios son profundos? Lamentablemente no, por ser impulsados desde las viejas estructuras que ven el lo cultural solo animación y espectáculo, con limitado saldo formativo además de reforzarse el sistema de entretenimiento caduco y cargado de enagenacion, se reproducen los mismos esquemas a los que nos han acostumbrado desde la visión capitalista. La televisión, el cine y el espectáculo en general disfrazado de falso entretenimiento, daña las mentes desde muy temprana edad, creando condiciones para la dominación, sin dudas la razón principal de todo esta aparatosa maquinaria que diseña a velocidades estrepitiosas una realidad virtual, un estilo de vida insostenible donde los falsos valores nos sojuzgan y fragmentan.
Ante este escenario que hacer? Cual es el camino que nos liberará del profundo laberinto en que nos sumergió la modernidad? Sin lugar a dudas, encontraremos que la cultura nos enseñará la salida. “Un laberinto es laberinto solamente si ofrece una salida“. Por otra lado, la religión al igual que los diferentes cultos solo llenan de temores y profundiza las grietas causadas por el sistema, sometiendonos mediante el temor a dios, usando nuestros miedos primarios a la muerte, lo desconocido, lo impalpable; para posicionar símbolos a los que todos obedecen, usando nuestra esencia de ser social para obligarnos a pertenecer o no al sistema.
Nuestra sociedad esta enferma, contradictoria y llena de temores y falsos profetas, es necesario para la verdadera liberación romper las cadenas, pero debemos partir por revisar nuestros medios de comunicación, por promover una educación verdaderamente liberadora, impulsando en su máxima expresión una teoría social liberadora que incluya a todos y desate estos 500 años de dominación y re descubriendo de que somos realmente conformados
Hoy, ante la tendencia que nos empuja al abismo, existe la cultura como el canal expedito para lograr la emancipación definitiva del ser. Haciendo críticos y pensantes, a quienes por años duermen, adquiriendo el protagonismo cambiando su entorno; generando las condiciones que conecte a verdaderos cambios y por ende a una nueva sociedad.
No podemos desestimar los cambios sociales experimentados en Europa y Estados Unidos, las protestas contrarias a sus sistemas neoliberales, a sus políticas expancionistas como nunca antes en el siglo anterior, los ciudadanos muestran sus dientes ante un sistema opresor que ya ha dejado de funcionar pero que sigue vigente a pesar de sus evidentes fallas, olvidando lo mas importante: el factor humano.
En Venezuela se han iniciado cambios en lo cultural, pero podríamos decir que esos cambios son profundos? Lamentablemente no, por ser impulsados desde las viejas estructuras que ven el lo cultural solo animación y espectáculo, con limitado saldo formativo además de reforzarse el sistema de entretenimiento caduco y cargado de enagenacion, se reproducen los mismos esquemas a los que nos han acostumbrado desde la visión capitalista. La televisión, el cine y el espectáculo en general disfrazado de falso entretenimiento, daña las mentes desde muy temprana edad, creando condiciones para la dominación, sin dudas la razón principal de todo esta aparatosa maquinaria que diseña a velocidades estrepitiosas una realidad virtual, un estilo de vida insostenible donde los falsos valores nos sojuzgan y fragmentan.
Ante este escenario que hacer? Cual es el camino que nos liberará del profundo laberinto en que nos sumergió la modernidad? Sin lugar a dudas, encontraremos que la cultura nos enseñará la salida. “Un laberinto es laberinto solamente si ofrece una salida“. Por otra lado, la religión al igual que los diferentes cultos solo llenan de temores y profundiza las grietas causadas por el sistema, sometiendonos mediante el temor a dios, usando nuestros miedos primarios a la muerte, lo desconocido, lo impalpable; para posicionar símbolos a los que todos obedecen, usando nuestra esencia de ser social para obligarnos a pertenecer o no al sistema.
Nuestra sociedad esta enferma, contradictoria y llena de temores y falsos profetas, es necesario para la verdadera liberación romper las cadenas, pero debemos partir por revisar nuestros medios de comunicación, por promover una educación verdaderamente liberadora, impulsando en su máxima expresión una teoría social liberadora que incluya a todos y desate estos 500 años de dominación y re descubriendo de que somos realmente conformados
Humberto Roa Aguilar
Cantautor y Poeta
Poetandante@gmail.com
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